lunes, 9 de abril de 2012

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GOBERNABILIDAD COOPERATIVA.


El principal sustento y base primordial para el éxito de una cooperativa sea cual fuere su tipología, debe estar direccionada a lograr como objetivo prioritario: la IDENTIDAD y COMPROMISO del socio, ello suma como principio de la Cultura Organizacional y estaremos trabajando con un verdadero modelo de asociado desde el inicio de su incursión a su cooperativa. Entendiendo la Gobernabilidad como la efectividad y ejecución de las decisiones, debe ser sustancial el proceso correcto de cumplir los objetivos planteados y llevados para el logro de resultados coherentes para la institución, por tanto se debe poner énfasis en planes educativos o en la generación de Escuelas de Formación Cooperativa en diferentes niveles, cuyos temas primordiales estén enfocados a principios y valores cooperativos,  filosofía cooperativa, historia del movimiento, adopción de la identidad cooperativa, incursionar fuertemente en Balance Social, etc., asumiendo que más adelante se prepare al socio para ser considerados elegibles en la asamblea de socios y/o delegados, en razón a que su verdadero aprendizaje estará destinado para gobernar.

Resaltar el accionar del movimiento cooperativo implica hablar sobre la base de los principios de equidad, transparencia, responsabilidad, solidaridad, honestidad y compromiso con los demás; así las Cooperativas contribuyen al Progreso Económico y Social de los países, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la "declaración sobre el progreso y el desarrollo en lo social"  ha precisado que como medio y método para alcanzar los principios enunciados en dicha declaración se deben "Adoptar medidas para aumentar la participación popular de la vida económica, social, cultural y política de los países, a través de organismos nacionales, internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, Cooperativas, Asociaciones Rurales...". y además que el Estado debe convertirse en promotor del mismo.

Los Principios Cooperativos, nos dan la voluntad de emprender a las Cooperativas, así existe libre adhesión, implica entonces que todos se puedan hacer socios de una Cooperativa, sea cual fuere su tipología, sin embargo?, cuando los cargos Directivos son asumidos por personas que no tienen la base sustentada de su accionar en términos de gestión objetiva y de manejo, justamente por su falta de compromiso, quiebra toda voluntad de esfuerzo realizado o por realizarse; a veces se encarga la Presidencia del Consejo de Administración a “aquel que más bulla ha hecho durante la pre elección del tercio directivo” y que a juicio de los asambleístas debe ungirse con el cargo dentro del mismo, la suerte es muy hostil, pues por años se lleva una carga dura y por tanto la Cooperativa como tal tiene un efecto inercial y además no crece ni desarrolla, empieza a languidecer generando incluso la huida de socios y generación de imagen negativa, la cual llega a la Comunidad, en dicha etapa crece el desatino y desarticulación de los trabajadores que se hacen más viejos en edad y en conocimientos, ocasionando mayor deterioro a la Organización, cuyo efecto no solo perjudica a la misma sino al sector cooperativo en su conjunto; así hablar del término “COOP” suena a DESCONFIANZA, FALTA DE CREDIBILIDAD, PELEAS, APETITO DE PODER, etc.

Por ello los Consejos de Administración, Consejo de Vigilancia, Comités de Educación, Electoral y/o Comités de Apoyo, deben ser consistentes en el nivel de manejo empresarial y asociativo acorde a nuestra época y realidad (visión empresarial y asociativa con prospectiva estratégica), pero debe conjugar los aspectos de relevancia con la Gerencia General y la parte Ejecutiva (personal profesional, calificado y competitivo para el negocio cooperativo) para hacerla más útil y por tanto más fuerte ante los Socios y la Comunidad. Un manejo prudente y efectivo ha sido muestra de muchas Cooperativas exitosas que han trabajado consistentemente un engranaje perfecto entre Consejo de Administración (dictando políticas claras y haciendo efectivo el nivel de coordinación con prospectiva estratégica), Consejo de Vigilancia (ejerciendo su labor fiscalizadora, pero mirando ahora con sentido preventivo y asumiendo riesgos en sana contribución de desarrollo efectivo) y una Gerencia General (ejecutando objetivamente y logrando resultados eficientes y eficaces de la gestión), es decir una trilogía perfecta de desarrollo duradera en el tiempo, aunando el esfuerzo de apoyo de los Comités de Educación (gestor de mantener vigentes los principios y valores cooperativos, mejorando constantemente la imagen y sustentando el Balance Social de la Cooperativa) y un Comité Electoral (cumpliendo su rol objetivo de carácter democrático en la elección de Delegados y de los Tercios Directivos de manera prudente e imparcial y con alto nivel ético asistiendo como filtro para evitar desgobierno futuro).

Accionar la Regla de Oro del Cooperativismo: “EDUCACION COOPERATIVA”, implica enseñanza y aprendizaje en todos los niveles sin distingo, de no ser así, debe obligarse para mejor desempeño empresarial y asociativo de la misma organización. Requerimos entonces ver modelos y moldes reales que se ajusten a los intereses de este sector, por ello debemos apuntar a contar con una mejora en los aspectos normativos y de la Ley de Cooperativas, por lo que el Estado debe promover la democratización de la economía y crear políticas jurídicas propicias, en razón a que la economía plural plantea la vigencia de modelos privados como también las de gestión colectiva, estas últimas también son reconocidas como privadas pero privadas colectivas y son legítimas, siendo así, tenemos un reconocimiento relativo de la economía plural en nuestro país a pesar que en el mundo se plantea el reconocimiento y la legitimidad de las economías solidarias, en el Perú irónicamente se obstaculiza su desarrollo y se trabajan políticas económicas unilaterales, entender dichos conceptos implica tener y contar con gente de nivel, sea cual fuere el tipo de Cooperativa, por lo que debemos pasar los mecanismos de evaluación para darle continuidad a nuestras organizaciones.

El modelo cooperativo es consistente en muchas partes del mundo, por cuanto se sustenta en el factor de presencia y determinación “HOMBRE”, ineludiblemente todos ellos calificados y entrenados para que esa cultura de su negocio tenga el asidero de mejora constante y de continuidad del modelo; además que los Directivos, Delegados, Trabajadores, Funcionarios y Ejecutivos siempre ostenten capacidades de carácter competitivo que finalmente no es otra cosa que proteger a la misma en el devenir del tiempo y en el logro de resultados. Es decir en síntesis alto nivel de aprendizaje con carácter continuo de preparación.

La Responsabilidad Social Solidaria debe apuntar a hacer mayor socialización de la COOPERATIVA apuntando a cumplir con mayor énfasis y dinamismo el Balance Social, que finalmente la hará más rentable en todos los aspectos por lo mayores beneficios de los socios y por tanto el mismo prodigará sustento y base sólida de gobernabilidad y futuro organizacional asegurado para la Comunidad donde opere.

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