El
principal sustento y base primordial para el éxito de una cooperativa sea cual
fuere su tipología, debe estar direccionada a lograr como objetivo prioritario:
la IDENTIDAD y COMPROMISO del socio, ello suma como principio de la Cultura
Organizacional y estaremos trabajando con un verdadero modelo de asociado desde
el inicio de su incursión a su cooperativa. Entendiendo
la Gobernabilidad como la efectividad y ejecución de las decisiones, debe ser sustancial
el proceso correcto de cumplir los objetivos planteados y llevados para el
logro de resultados coherentes para la institución, por tanto se debe poner énfasis
en planes educativos o en la generación de Escuelas de Formación
Cooperativa en diferentes niveles, cuyos temas primordiales estén enfocados a principios
y valores cooperativos, filosofía
cooperativa, historia del movimiento, adopción de la identidad cooperativa, incursionar
fuertemente en Balance Social, etc., asumiendo que más adelante se prepare al
socio para ser considerados elegibles en la asamblea de socios y/o delegados,
en razón a que su verdadero aprendizaje estará destinado para gobernar.
Resaltar el accionar del movimiento cooperativo implica hablar sobre la
base de los principios de equidad, transparencia, responsabilidad, solidaridad,
honestidad y compromiso con los demás; así las Cooperativas contribuyen al
Progreso Económico y Social de los países, la Asamblea General de las Naciones
Unidas, a través de la "declaración sobre el progreso y el desarrollo en
lo social" ha precisado que como
medio y método para alcanzar los principios enunciados en dicha declaración se
deben "Adoptar
medidas para aumentar la participación popular de la vida económica, social,
cultural y política de los países, a través de organismos nacionales,
internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, Cooperativas,
Asociaciones Rurales...". y además que el Estado debe convertirse en
promotor del mismo.
Los Principios
Cooperativos, nos dan la voluntad de emprender a las Cooperativas, así existe
libre adhesión, implica entonces que todos se puedan hacer socios de una
Cooperativa, sea cual fuere su tipología, sin embargo?, cuando los cargos
Directivos son asumidos por personas que no tienen la base sustentada de su
accionar en términos de gestión objetiva y de manejo, justamente
por su falta de compromiso, quiebra
toda voluntad de esfuerzo realizado o por realizarse; a veces se encarga la
Presidencia del Consejo de Administración a “aquel que más bulla ha hecho
durante la pre elección del tercio directivo” y que a juicio de los
asambleístas debe ungirse con el cargo dentro del mismo, la suerte es muy
hostil, pues por años se lleva una carga dura y por tanto la Cooperativa como
tal tiene un efecto inercial y además no crece ni desarrolla, empieza a
languidecer generando incluso la huida de socios y generación de imagen
negativa, la cual llega a la Comunidad, en dicha etapa crece el desatino y
desarticulación de los trabajadores que se hacen más viejos en edad y en
conocimientos, ocasionando mayor deterioro a la Organización, cuyo efecto no
solo perjudica a la misma sino al sector cooperativo en su conjunto; así hablar
del término “COOP” suena a DESCONFIANZA, FALTA DE CREDIBILIDAD, PELEAS, APETITO
DE PODER, etc.
Por ello los
Consejos de Administración, Consejo de Vigilancia, Comités de Educación,
Electoral y/o Comités de Apoyo, deben ser consistentes en el nivel de manejo
empresarial y asociativo acorde a nuestra época y realidad (visión empresarial
y asociativa con prospectiva estratégica), pero debe conjugar los aspectos de
relevancia con la Gerencia General y la parte Ejecutiva (personal profesional, calificado
y competitivo para el negocio cooperativo) para hacerla más útil y por tanto
más fuerte ante los Socios y la Comunidad. Un manejo prudente y efectivo ha
sido muestra de muchas Cooperativas exitosas que han trabajado consistentemente
un engranaje perfecto entre Consejo de Administración (dictando políticas
claras y haciendo efectivo el nivel de coordinación con prospectiva estratégica),
Consejo de Vigilancia (ejerciendo su labor fiscalizadora, pero mirando ahora
con sentido preventivo y asumiendo riesgos en sana contribución de desarrollo
efectivo) y una Gerencia General (ejecutando objetivamente y logrando
resultados eficientes y eficaces de la gestión), es decir una trilogía perfecta
de desarrollo duradera en el tiempo, aunando el esfuerzo de apoyo de los
Comités de Educación (gestor de mantener vigentes los principios y valores
cooperativos, mejorando constantemente la imagen y sustentando el Balance
Social de la Cooperativa) y un Comité Electoral (cumpliendo su rol objetivo de carácter
democrático en la elección de Delegados y de los Tercios Directivos de manera
prudente e imparcial y con alto nivel ético asistiendo como filtro para evitar
desgobierno futuro).
Accionar la
Regla de Oro del Cooperativismo: “EDUCACION COOPERATIVA”, implica enseñanza y
aprendizaje en todos los niveles sin distingo, de no ser así, debe obligarse
para mejor desempeño empresarial y asociativo de la misma organización.
Requerimos entonces ver modelos y moldes reales que se ajusten a los intereses
de este sector, por ello debemos apuntar a contar con una mejora en los
aspectos normativos y de la Ley de Cooperativas, por lo que el Estado debe promover
la democratización de la economía y crear políticas jurídicas propicias, en
razón a que la economía plural plantea la vigencia de modelos privados como
también las de gestión colectiva, estas últimas también son reconocidas como
privadas pero privadas colectivas y son legítimas, siendo así, tenemos un reconocimiento relativo
de la economía plural en nuestro país a pesar que en el mundo se plantea el
reconocimiento y la legitimidad de las economías solidarias, en el Perú
irónicamente se obstaculiza su desarrollo y se trabajan políticas económicas
unilaterales, entender dichos conceptos implica tener y contar con gente de
nivel, sea cual fuere el tipo de Cooperativa, por lo que debemos pasar los
mecanismos de evaluación para darle continuidad a nuestras organizaciones.
El modelo
cooperativo es consistente en muchas partes del mundo, por cuanto se sustenta
en el factor de presencia y determinación “HOMBRE”, ineludiblemente todos ellos
calificados y entrenados para que esa cultura de su negocio tenga el asidero de
mejora constante y de continuidad del modelo; además que los Directivos,
Delegados, Trabajadores, Funcionarios y Ejecutivos siempre ostenten capacidades
de carácter competitivo que finalmente no es otra cosa que proteger a la misma
en el devenir del tiempo y en el logro de resultados. Es decir en síntesis alto
nivel de aprendizaje con carácter continuo de preparación.
La Responsabilidad
Social Solidaria debe apuntar a hacer mayor socialización de la COOPERATIVA
apuntando a cumplir con mayor énfasis y dinamismo el Balance Social, que
finalmente la hará más rentable en todos los aspectos por lo mayores beneficios
de los socios y por tanto el mismo prodigará sustento y base sólida de
gobernabilidad y futuro organizacional asegurado para la Comunidad donde opere.
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