miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hablemos de ECONOMÍA SOLIDARIA...!!!!


Podemos conceptuar, la Economía Solidaria como una expresión de: solidaridad en la economía; más aún, como cooperación y solidaridad en la teoría y la práctica de la economía. Solidaridad, Cooperación, auto gestión en democracia; como elementos que articulen los procesos de producción, de distribución, de consumo y acumulación.
En el Perú el acto de cuidar, proteger, compartir los intereses comunes, es decir La Cooperación; tiene sus orígenes desde las culturas pre incas hasta nuestros días, siempre basadas en las distintas etapas de nuestro devenir histórico.
En la época pre- colombina la economía estaba sustentada fundamentalmente en la actividad agrícola, en el trabajo comunitario de la tierra y una producción orientada a la satisfacción de las necesidades de la población. Más adelante en la época Incaica, se adoptan y se mejoran las instituciones, las costumbres y sus usos, de manera muy especial el AYLLU, organización que luego se constituyó como la célula básica de la estructura política y productiva de la civilización Inca. La invasión española al Perú destruyó el espíritu y tradición de ayuda mutua y trabajo colectivo. Quedando latente el sentido comunitario de la propiedad. Gracias a las ordenanzas dictadas por TOLEDO, el Virrey claro está, en los años 1868-81. Que crearon las parcelas, dando origen a las comunidades indígenas, hoy llamadas Comunidades Campesinas.
A fines del siglo XIX y en promedio a la segunda década del siglo XX, es que surgen las primeras cooperativas peruanas, a la par del movimiento obrero junto con el llamado Mutualismo Artesanal. Esta fue considerada la primera corriente cooperativista en el Perú.
Ya en los años 1919, se crea la primera cooperativa en el Perú, esto sucede en Arequipa y fue la Cooperativa de Consumo para los Empleados y Obreros de los Ferrocarriles del Sur.
En 1931 surge la corriente del movimiento cooperativo ligada a la acción sindical y político partidarias vinculadas en su mayoría al Partido Aprista. Hasta 1933 en la que se promulga la Constitución Política del Perú.
Entre los años 1941 – 1950 se crean una serie de normas legales que atañen al cooperativismo, para entonces existían alrededor de 10 cooperativas sin especificar su tipo, y a mitad de la década de los 50 es cuando el movimiento cooperativo empieza a despegar.
En 1955 se registran  un total de 42 cooperativas entre agropecuarias, de crédito, consumo, servicios y vivienda. Fue el cooperativismo de consumo el que más creció, seguido por las agropecuarias de vivienda y crédito. Por los años 1959, surge la “corriente religiosa” el episcopado da su firma y respaldo  para la formación de cooperativas de ahorro y crédito a nivel parroquial, al final del año 1964 se cuenta con 571 organizaciones cooperativas.
A finales del año 1964, se dicta el 14 diciembre la Ley General de Cooperativas, Ley Nro. 15260, durante el Gobierno del Presidente Arq. Fernando Belaunde Terry.
En esta época con el impulso del sector estatal, el eclesiástico y el sindical textil, el movimiento cooperativo, sobre todo el urbano de servicios, se fortalece llegando 4 años después (1968) a contabilizarse 1,181 organizaciones distribuidas en diferentes tipologías.

En 1979 se expidió una nueva Ley de Reforma Agraria, en sustitución a la anterior de 1962, que significó para el cooperativismo agrario un impulso extraordinario y una nueva faceta, al crearse cooperativas agrarias de producción en las que los medios de producción pertenecen y están bajo el control de sus trabajadores.

Desde la perspectiva cooperativista el mérito de este incremento legal reside en que toma el modelo cooperativo como opción fundamental para modificar el injusto régimen de tenencia, propiedad y uso de la tierra preexistente en el medio rural.

En la actualidad El Cooperativismo se sustenta entonces en un profundo respeto a la dignidad de las personas y busca en primera instancia, el desarrollo en igualdad, no es discriminatoria y su manifestación primordial, está en buscar la disponibilidad para resolver los problemas comunes y en esa misma disposición desarrollar normas justas que respeten los derechos de todos.

Si manifestamos al Cooperativismo, como la posibilidad de una economía alterna, estamos planteando también concebir desde una nueva racionalidad esta propuesta distinta de hacer economía en el país, desde todos los sectores existentes, siendo el Cooperativismo el modelo más trabajado, incorporando las demás experiencias existentes. Sabemos que la economía tiene distintos aspectos y dimensiones, en su constitución conviven diversos sujetos, procesos y actividades, asimismo la solidaridad tiene también tantas maneras de manifestarse. La economía Solidaria, no debe ser un modo único de organizar actividades y unidades económicas, sino buscar muchas y variadas formas de economía y solidaridad; proponemos poner más solidaridad en las empresas, en el mercado, en el sector público en las políticas económicas, en el gasto social y personal, etc.

Es cierto que el mercado opera de manera que cada sujeto toma sus decisiones de acuerdo a su utilidad personal, pero para que el proceso se complete, no es cierto acaso, que el propio mercado está constituido por unos y otros?  Y que su coexistencia depende justamente de todos? No es acaso cierto que para satisfacer las necesidades de ese mercado, debemos pensar siempre en función al demandante? y que por el contrario, quienes no están atentos a esas demandas terminan auto excluyéndose?...

Tras la constatación histórica que hemos realizado para fines de sustentación del presente documento, respecto a la experiencia más importante de economía solidaria en el Perú. El movimiento cooperativo en  nuestro país y  en el mundo sigue creciendo; por tanto, es contundente e innegable su viabilidad muy a pesar  de las condiciones a desfavor en la que se desarrolla y a pesar que en las últimas décadas,  la desidia,  la ausencia de políticas nacionales adecuadas,  de un marco legal desactualizado; los gobiernos de turno han tratado de minimizarla, desaparecerla, enfrentándola a competencias desleales frente a la banca grande; considerándola como a cualquier sociedad de capitales o mercantiles, cuyo fin es el acto de comercio y lucro; en tanto en el caso cooperativo es el “acto de mandato” o “acto cooperativo”.

 En estas condiciones,  Las Cooperativas emergen como modelo alternativo y   puede convivir con otros modelos económicos, el propio estado reconoce a nuestra  economía, como  plural, supone entonces la vigencia de modelos privados, tanto como de modelos de gestión colectiva e incluso las generadas con capitales estatales.


 La SUNAT nos dice que en el Perú tributan agentes económicos plurales.
 Por tanto el Cooperativismo puede muy bien consolidarse si la trabajamos sin miedos ni prejuicios, permitiendo nuevas formas de crecimiento sostenido, en vez de pretender que nuestras pocas conquistas (Ley 29683- Sobre el Acto Cooperativo) intenten ser derogadas con apenas unos meses de haber sido aprobada.

El año 2012, las Naciones Unidas declaran como “El Año Internacional de las Cooperativas”. Se reconoce al modelo empresarial cooperativo, como un factor importante en el desarrollo económico y social de los países.

Cómo asumiremos en el Perú esta importante oportunidad?

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